Hace unos días tuve un momento de autocastigo. Esas cosas que te pasan cuando "el caudalímetro del estado de ánimo indica niveles por debajo de lo normal" y es más fácil que te acechen pensamientos derrotistas.
El caso es que tenía claro que "el mundo se había puesto en mi contra". Había dedicado gran parte de mi vida a acumular unos conocimientos sobre Administración de Empresas e Informática que a día de hoy se podía decir que no valían para nada. Me pregunté a mi mismo cuál de esas acumulaciones de conocimiento podían ser útiles en adelante y mi respuesta fue:
"Pues
resulta que ni una cosa ni la otra!!! Jamás lo hubiera podido imaginar!!
Por ejemplo!!, ¿de qué
sirve saber cómo reparar CDs, o rebobinar una cinta con un lápiz, o arreglar el
registro de un windows95, o configurar el Messenger, o arreglar ordenadores de
sobremesa si son todo cosas que ya no existen?
¿De qué
sirve haber estudiado ADE cuando el marketing era anunciarse en prensa, radio o
TV si ya todo es 2.0?"
A día de hoy no veo tan "conspiranoico" lo que me ha pasado. Creo que es algo que le sucede a todo el mundo. Conozco gente que estaba completamente inmersa en el mundo del radioaficionado, otros que eran mecánicos de trenes a vapor y luego a gasoil (hoy día sustituidos por eléctricos), lo que sea... Seguro que en nuestras vidas hemos dedicado tiempo a aprender y entender cosas que a día de hoy no usamos.
Quizá sea algo parecido a lo que ocurre con el tiempo que en su día dedicamos a una relación de pareja que a día de hoy ya terminó.
Y ¿cuál es la parte buena del asunto? ¿qué es lo que queda?. Creo que lo bueno es lo mucho que en su día lo disfrutamos, lo que hemos aprendido que, aún no sirviendo para nada, nos permite tener la mente preparada para asimilar nuevos conocimientos y por otro lado saber las cosas que ya no queremos hacer en el futuro o los errores que vamos a intentar no volver a cometer.
Sólo puedo pensar que estas cosas son útiles como lo es el hecho de estudiar Historia o Filosofía y que en el fondo son la base sobre la que construimos nuestra inteligencia.
En ocasiones sabemos resolver problemáticas diversas y otras personas admiran nuestra capacidad. Nosotros no somos del todo conscientes de dónde proviene la capacidad que tenemos de hacer cosas, pero te puedo asegurar que no es fruto de la casualidad. Es el resultado del tiempo que hemos dedicado a intentar comprender y aprender, muy posiblemente cosas que ya no estén con nosotros en el día a día.
Hoy ha muerto el concepto "autoflagelarse en momentos de bajo estado de ánimo" pues te lleva a dejar de poder ser objetivo contigo mismo y ha llegado la hora de releer "La diferencia entre como te ves y cómo te ven"
"nos permite tener la mente preparada para (...) saber las cosas que ya no queremos hacer en el futuro o los errores que vamos a intentar no volver a cometer."
ResponderEliminarVerdad
=D jajjaj... Q buena reflexión! Gracias a esos momentos de autoflagelamiento podemos despertar y volver a la consciencia... Y "vivir" el presente plenamente... Gracias!
ResponderEliminarYo era técnico de Electrónica y durante años reparé teles de tubo, equipos Hi-Fi y vídeos VHS. Después lo dejé y me fui a la construcción. Ahora, tendría que estudiar de nuevo o que me aceptaran en un taller donde me enseñaran las nuevas averías de las nuevas tecnologías. Pero el problema es que ese modelo de taller donde unos cuantos se ganaban la vida reparando pequeños y medianos electrodomésticos está ya en declive, porque la gente compra muy, muy barato y si tras el período de garantía se les estropea un pequeño electrodoméstico, compran otro.
ResponderEliminarAsí que sí, es curioso esta situación nuestra, con conocimientos y destrezas que sólo sirven como testimonio de una época que ha pasado.